Después de algunos días de obstáculos atmosféricos entre mi cocina solar
y el Sol que nos alumbra en el cielo, dador de toda vida y fuente de
toda la energía que nos mueve y hace pensar en lo maravilloso y
asombroso que es el Universo, hoy las nubes se han alejado por el Sur,
flotando en forma de estratocúmulos grises a 3 kilómetros encima del
mar, convirtiendo un día desapacible en una tarde de Sol radiante. En
seguida aproveché para hervir un par de litros de agua para unas tisanas
y se me ocurrió, a las 4 de la tarde, que podría intentar asar unas
castañas en la sartén castañera de hierro agujereado que tengo a tal
efecto, salvo que hasta ahora no se me había pasado por la cabeza usarla
en la cocina solar.
Eché pues unas 25 castañas, previamente rajadas con un cuchillo afilado
de cerámica (esto evita que explosionen) a susodicha sartén, busqué una
tapa de vidrio y las puse en la parabólica alsol 1.4, buscando que el
haz de llamas solares incidiera en el centro de la sartén por abajo y
parcialmente por arriba, ya que el fuego solar venido del espacio haría
su trabajo tanto por un lado como por otro.
Para ello tuve que forzar el ángulo del parabol hacia abajo, como se
puede apreciar en la imagen abajo: véase la sombra en la pared que
indica la altura del Sol. Estos detalles de uso son importantes si
queremos aprovechar bien la energía solar con ángulos bajos.
De modo que la referencia para saber si estamos vocalizando ese chorro
de fotones y rayos infrarrojos al lugar correcto, debemos agacharnos y
ver el fondo del cacharro.
En 5 minutos la sartén había alcanzado 288 grados en algunos puntos
donde se concentraban rayos de Sol. La foto no es muy buena porque yo
estaba en el suelo, y ciego por la luz.
Por otro lado el detalle de la hendidura en la parrilla de la cocina
solar alsol está muy bien pensado para que podamos colocar sartenes
bajas.
Así que me dediqué a dar vueltas a las castañas igual que hubiera hecho
al fuego de gas, pues es para lo que este tipo de sartenes están
pensadas. Y aquí bien poco importa que se nos chamusquen un poco las
pieles, pues es señal de que ha llegado calor.
Bailando entre sombras de la tarde.
Con una atenta asistencia cada 2-3 minutos volteando el contenido
(levanto la tapa cogiendo el pomo de acero con un paño de cocina o
manopla, y con una sola mano, asiendo el mango de hierro, meneo la
sartén o la sacudo haciendo que las castañas salten cambiando de sitio y
lado.
Así, al cabo de unos 25 minutos las castañas estaban perfectamente
asadas, y ¿cómo no?, si lo único que piden es calor, y éste les llega de
sobra incluso en diciembre y prácticamente al atardecer.
René Bijloo desde blog Captura de Fotones
Entusiasta usuario y promotor de las cocinas parabólicas alSol y por lo observado en sus recetas y reportajes en su blog Captura de Fotones, uno
de los chefsolares más avanzados. Replicamos y complementamos sus
recetas en cocinalsol.es y recomendamos la visita a su blog. Entre otras
labores, René es el director de Cinestrat, festival de cine documental. Este año el tema elegido fue la educación.
Castañica rica rica y bien asada. En las orillas del Arga me da que en diciembre está más complicado, así que ¿podrías hacer una receta para castañas asadas?
ResponderEliminarPerdón por el lapsus. Quise decir "¿podrías hacer una receta para castañas cocidas?
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